El Sentido de la Vida en Al-Andalus
IBN AL-'ARABI
Los legisladores no dicen: esto está prohibido, esto otro puedes hacerlo; pero no esperes nunca que te digan: Eres responsable de tu persona, aprende a reflexionar por ti mismo, que es lo que el Corán nos recuerda en cada una de sus páginas.
De hacer caso a los juristas, las relaciones entre Dios y el hombre no serían más que las de amo y esclavo. Sin embargo, la fe y la filosofía comienzan allí donde termina el dominio de las áridas leyes.
El Corán nos dice: Dios ensalzará a los hombres que ama y le aman. Y también: Si amáis a Dios, Dios os amará porque Dios es unidad, la unidad del amor, el amante y el amado.
Todo amor es deseo de unión. todo amor, se tenga o no conciencia de ello, es amor de Dios. Hay un amor natural en el que sólo crees buscar la satisfacción de tu propio deseo, pero en él también compruebas que no te bastas a ti mismo. Incluso en la unión de los cuerpos, donde quisieras encontrar el éxtasis, experimentas la nostalgia y la necesidad de lo que no eres tú.
Hay un amor espiritual en el que amas al amado por el amado mismo. Ya no puedes vivir más que entregándote, prefiriendo a la tuya su alegría, su plenitud de ser; este amor te enseñará el sacrificio.
Hay un amor divino, el más alto, en el que amas en cada cosa a aquél que la ha creado, y no amas a Dios más que por sí mismo, sin temor a castigos ni deseos de recompensa. Ese amor que envías a Dios en un reflejo del que Él te envía a ti. No puedes identificarte con Dios, pero sí actuar de acuerdo con su voluntad, revelada por su mensajero.
El Profeta dijo: Cuando eres amado por Dios, Él se convierte en el oído con que escuchas, en el ojo con que ves, en el paso con que avanzas, en la mano con que trabajas. Dios insufló su espíritu en el hombre como testimonio de esta presencia divina en ti del acto de Dios que no cesa en su creación. Tus actos exteriorizan tu fe, vuelves visible lo invisible cada vez que logras superarte. Si eres artista, expresando la belleza amada por Dios; si amante, viendo y sirviendo a Dios en aquello que amas; si sabio descubriendo nuevas verdades; si eres jefe, creando para cada uno las condiciones necesarias para su desarrollo. Saber ver en cada ser el acto que le creó y someter la vida entera a la voluntad del creador es lo que identifica a todo hombre de fe. Todos los hombres son llamados por Dios, no desprecies a los que, buscándole, creen encontrarle en algo que no es Él. El Islam reconoce a todos los profetas como mensajeros de Dios. Aprende en descubrir en cada hombre el germen interno del deseo de Dios, incluso si su creencia es aún confusa o idólatra, para poder orientarle hacia la luz total.
Esto escribí en un poema de amor:
"Mi corazón se ha hecho capaz de revestir
todas las formas,
es pradera para las gacelas y convento
para el cristiano,
templo para los ídolos y peregrino
hacia la Kaaba,
las tablas de la Torah y el libro del Corán.
Mi religión es la del amor,
donde quiera que se encamine la caravana del amor,
allí van mi corazón y mi fe"
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